lunes, 19 de mayo de 2008

Re-escribiéndonos


Los cambios que se suceden en cuestión de segundos son los verdaderamente importantes.
O quizás falsamente. Su impacto es indudablemente impactante.
Hay mil espejos danzando al unísono.
De pronto todo se torna del revés, imparable pero inteligible.
Se ahorran las variaciones triviales y se deja paso, trote y galope a lo relevante.
Fuegos artificiales discretos o silencio escandaloso.
No importa el festejo, importa aquello que lo motiva.
La expresión de duda pero con la confianza agarrada entre los nudillos.
Los mundos que, de golpe, se doblan cual pañuelos de papel y se pueden guardar en el bolsillo de los recuerdos.
Los recuerdos que se reviven saben del abuso del prefijo re-.
Cambiemos imparables. Cambiemos a la vez, no dejes que me quede atrás ni te despistes ya.
¿Quién va a fotografiar entonces el antes y el después para evidenciar lo que digo?

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