lunes, 10 de marzo de 2008

Adoración


Adoro esas interrupciones tan vulgares y súbitas.
Cuando interrumpes mi sueño y mi noche con una mano impaciente.
Cuando interrumpes mi ducha con unos ojos ansiosos que quieren beber mi agua.
Cuando vienes y vas sin decir palabra, enmudeciendo la luz que me das.
Cuando interrumpes mi parlamento agitado con un beso que despierta en mí una rabia que se transforma al segundo en sonrisa.
Cuando interrumpes mi respiración, cortándola con un cuchillo de plástico.
Cómo evitar adorar esos instantes de madurez del éxtasis.
Cómo controlar mis movimientos entonces. Entonces que sólo puedo abandonarme a tu juego y seguire donde me llevas.
Cuando interrumpes sin pedir nada a cambio pero llevándotelo todo de golpe.
Cuando in-...

Ahora eres tú la interrupción más deseada. Ahora que no estás para limpiar el polvo a esta fea calma. Captura este momento en que ya me interrumpes hasta sin hacer NADA.
Adoro incluso los etcéteras -esos que arropan interrupciones- que aún no me he atrevido a demandarte.

No hay comentarios: