martes, 25 de diciembre de 2007

7:00 am

He vuelto a hacerlo.
Tengo esa manía de no saber estar sin rabiar por no saber odiarte.
La tengo y la disfruto.
La saboreo como el humo de un cigarro colándose por los pulmones.
Ahora jamás podremos saberlo.
Hay trenes que pasan una vez y dos. Y a veces es a la segunda cuando nos convence más, porque estamos más preparados para el viaje.
¿Te vienes al fin del mundo? Pero yo no voy. No voy porque yo ya soy tú.
¿Te vienes al fin del mundo contigo y por mí?
Descarriémonos juntos.

No hay comentarios: