lunes, 10 de diciembre de 2007

Sermón dominical de una hereje

¿Qué opináis discípulos míos? ¿Qué pensáis sobre el tema que os planteé ayer? ¿Habéis hecho los deberes? Quizás ser máquinas, ser individuos automatizados, perfectos e inteligibles sería lo que nos haría encontrar la felicidad.
Ver con claridad,
acertar siempre,
no equivocarnos nunca.
Quizás todo este tormento que nos acecha, que no nos deja respirar tranquilos, se debe simplemente a una sobrevaloración del espíritu del ser humano. No somos mejores que los animales por pensar, por razonar o por sentir.
Lo que sí somos es más vulnerables.
¿Discrepáis o estáis de acuerdo?
No penséis por vosotros mismos, creedme ciegamente. Así podremos comprobar mi teoría.
Valorar lo sencillo de la historia. La perfección de lo fácil. Tan simple como un garabato.
Escuchadme y resucitaréis.

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