miércoles, 26 de diciembre de 2007

Imperativos para ti


Te remito mis deseos. Más que peticiones, son órdenes.
Quiero que te lleves la alegría momentánea que me trajiste.
Quiero que recojas los sueños recortados por la línea de puntos.
Quiero que no olvides el boleto premiado con el gordo.
Quiero que no me dejes la vida desordenada, revuelta y espoleada que has dejado con tu huella.
Esa huella que me ha pisado los ojos.
Quiero que me liberes de estos estigmas.
De cualquier forma, prefiero haber conocido esto aunque me duelas, a haberme negado el derecho a conocerte.
Pero no desaparezcas.
Sólo déjame que te pida que desaparezca. Permíteme gritar, sacar lo agresivo, desahogarme, tirarme de los pelos. No me calmes y hazme rabiar aún más.
Digo muchas tonterías.
Cállame como buenamente -o no, da igual- sepas.

Lío




Cuando estás convencidísimo de algo. Cuando te jugarías el cuello. Cuando pondrías la mano en el fuego, y cuando apostarías todo al mismo número. Cuando te tirarías al vacío sin casco siquiera. Cuando estás completamente convencido sin haber preguntado. Cuando no te planteas el "no". Es entonces cuando todo se lía.


Ocurre justo en el momento preciso que la historia se va de puntillas hacia la ventana y se tira balcón abajo desde el séptimo piso. Suicidio anunciado por lo disimulado. Esa historia no sale.


Espero que entiendas ahora por qué disfruto de mis dudas y cuanto más, de las tuyas. Por qué saboreo la inseguridad de esto que no sabemos ni nos apetece definir.


No me des garantías de nada. Aunque eso me asusta más, dame la mano y lancémonos juntos, sujetos por una sonrisa dibujada a medias.

La mala de la película


Lo pienso y es innegable: disfruto siendo la mala de la película. Es como la manía de hacerme daño para sentir que soy capaz de sentir. Soy más persona cuando me compadezco de mí misma. Cuando me esfuerzo en mantener mi papel. Cuando me meto tanto en el personaje, que llega a absorberme. Es como cuando los problemas no se solucionan ni las cosas van a mejor, pero tú sí vas a mejor porque vas cambiando la forma de enfocar las derrotas.
Créeme si te digo que hay cosas a la que nunca llegas a acostumbrarte. Aunque te empeñes en decir lo contrario.
Soy la mala, la que se equivoca, la que erra a propósito, la que necesita hacerse notar, la que se obceca con evitar ser feliz. Y no lo digo para parecerte interesante, diferente u original. Cuanto menos, para caer en el victimismo que busca recompensa de consolación.
Sólo te lo digo para que sepas que disfruto. Para que no me escuches, ni me leas, ni me pienses.
La paradoja del mentiroso que dice la verdad. ¿O miento ahora?

Christmas


No es verdaderamente importante el hecho de que nos comportemos como borricos. No es tan triste ni pedante. Comprar regalos, invertir en luces innecesarias, montar belenes, decorar arbolitos. Lo importante es atreverse a hacer o decir aquello que durante el año fue impensable. Lo importante es interpretar el papel de ángel anunciador, rey mago o pastorcillo y hacerlo con ganas. Lo importante es confesarse, lanzarse, reflexionar. Sólo porque "es Navidad".
No creo en la magia ni en el poder de todo esto que nos envuelve al llegar el calendario a este punto. Pero sí creo en ti.
No seas feliz si no es conmigo.

martes, 25 de diciembre de 2007

7:00 am

He vuelto a hacerlo.
Tengo esa manía de no saber estar sin rabiar por no saber odiarte.
La tengo y la disfruto.
La saboreo como el humo de un cigarro colándose por los pulmones.
Ahora jamás podremos saberlo.
Hay trenes que pasan una vez y dos. Y a veces es a la segunda cuando nos convence más, porque estamos más preparados para el viaje.
¿Te vienes al fin del mundo? Pero yo no voy. No voy porque yo ya soy tú.
¿Te vienes al fin del mundo contigo y por mí?
Descarriémonos juntos.

viernes, 14 de diciembre de 2007

HOY


- La fiesta se termina.

- La ropa pasa de moda.

- Los complementos no siempre combinan.

- La película termina escupiendo un "the end".

- El efecto de las drogas es temporal.

- El dolor, se calma.

- La eufórica alegría, se relaja.

- La música llega a desafinar.

- Los amigos, no lo son tanto.

- Las promesas, se rompen.

- La verdad, se convierte en mentira.

- El silencio se viola.

Sólo tú eres real. Y únicamente HOY. Efímero como la eternidad.

lunes, 10 de diciembre de 2007

ANUNCIOS CLASIFICADOS


Se busca dueño para dos manos, con pedigree, por no poder atender.


Se necesita alguien que sepa lo que necesito sin especificarlo, se valorará NO experiencia en ningún puesto similar.


Se ofrece vacante para trabajar como loco acompañante de loca, disponibilidad total e incorporación inmediata.


Empresa líder en el sector sin definir busca gente emprendedora para llenar la vida de alegría por ampliación de personal.


Se vende alma de segunda mano -y para qué engañarnos- no en perfecto estado.


¡PUBLIQUE SU ANUNCIO GRATIS AQUÍ!

Sermón dominical de una hereje

¿Qué opináis discípulos míos? ¿Qué pensáis sobre el tema que os planteé ayer? ¿Habéis hecho los deberes? Quizás ser máquinas, ser individuos automatizados, perfectos e inteligibles sería lo que nos haría encontrar la felicidad.
Ver con claridad,
acertar siempre,
no equivocarnos nunca.
Quizás todo este tormento que nos acecha, que no nos deja respirar tranquilos, se debe simplemente a una sobrevaloración del espíritu del ser humano. No somos mejores que los animales por pensar, por razonar o por sentir.
Lo que sí somos es más vulnerables.
¿Discrepáis o estáis de acuerdo?
No penséis por vosotros mismos, creedme ciegamente. Así podremos comprobar mi teoría.
Valorar lo sencillo de la historia. La perfección de lo fácil. Tan simple como un garabato.
Escuchadme y resucitaréis.

INVICTA


A mí no hay quien me pare.

Soy la que nunca cae. Me siento tan poderosa que me asusto.

¿Tú pretendes hacerme frente? Normalmente se cansan antes de llegar siquiera a intentarlo. Imagino que tu ignorancia te hace ser atrevido. Sólo así osarías desafiarme. Y lo peor es que no se trata esto de oratoria barata ni declaración de intenciones. Lo peor es que esta vez, cosa rara, no miento.

Legiones de maldad me han atacado. Lo recuerdo perfectamente. Como si fuera (es) ayer. Manos de hielo me rodearon como serpientes, intentando ahogarme, intentando paralizarme la sangre. Otros intentaron despistarme con demagogia barata, haciéndome creer lo que no era. Me molesté en escucharos simplemente porque a veces, me sobra tiempo y no sé cómo invertirlo, así que, decido perderlo.

No soy la mártir, ni una víctima. Escogí ser invicta.

Luché por permanecer arriba. Crecí, creé y ahora soy valiente.


Me pregunto... si te pillo tan ocupado... como para pedirte que... me GANES.

No me gusta darte la razón


Tienes razón. No hemos sido lo que esperábamos. No hemos alcanzado las expectativas. Soñamos demasiado, en voz demasiado alta, asumiendo demasiado pronto. Pero ¿sabes qué? Nos soñamos juntos. Eso es lo que permanece después de que llueva. La lluvia lo purifica todo menos eso. Y me jode que tengas razón, que te hayas dado cuenta, que me escupas el fracaso a la cara. Porque quería hacerlo yo. Porque ese papel era más hecho a mi medida. Los dioses se ríen, han jugado con nosotros, con ese juego de espejos cegadores. Cuando los vientos corrían solos, sin que sopláramos, cuando las cosas fluían sin más, sin vigilarlas... Entonces fuimos magia.
Recuérdame así. Recuérdanos.
Si lo haces, esta vez, ganas.
Te doy la razón.

jueves, 6 de diciembre de 2007

I MUST CONFESS

Voy a dejarme de tópicos porque sencillamente me apetece. Voy a ser sincera: lo que siento nada tiene que ver con amor verdadero, ni entrega incondicional. Vamos a hablar en plata... Te quiero. Pero mi amor es egoísta y caprichoso. Porque busco mi felicidad en ti. Porque lo que quiero es sentirme completa contigo, porque sé que eres esa puta pieza que me falta, joder. ¿Cómo te lo hago entender? Ehh... que me da igual que tú no pienses igual, que lo único que quiero es quererte. Te quiero tener. En su sentido más estricto. Posesión. Dominación. Sumisión. Súmalo todo y ese ansia de comerte es mía y es el resultado.
No puedo sin ti. No puedo ya ni siquiera enfadarme contigo.
Dame tu absolución.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Freedom


La libertad no es escandalosa, solamente es conversadora.

La libertad no desprende mal olor, sólo molesta.

La libertad no es un don, es un derecho.

La libertad hay que sudarla, ganarla, merecerla.

Libertad para escoger, para reír si de verdad necesitas reír o llorar si no puedes más.

Libertad quizás para no decidir nada, para aplazar determinaciones.

No es tan bonita ni tan deseable. Te hace responsable de tus actos. Condiciona tu comportamiento. Pero la quiero.

Quítame estas esposas que has forrado con tu sonrisa para disimular.

¿Qué sabemos?



No sé quién soy. No sé la persona que desearía encontrarme al mirar al espejo. No estoy convencida de conocerme. No sé quién aspiro a ser, ni quién seré mañana. Me cuesta imaginarlo. ¿Describirme? ¿Mirar hacia adentro, dicen? ¿Para qué?
Yo tengo algo mucho más poderoso.
Sé quién no quiero ser. Sé quién aborrecería ser.
No quiero ser la chica que te embauque y te robe el corazón.
No quiero ser ese sueño increíble parecido a una película en un cine vacío.
No quiero ser el olor cuando cierres los ojos.
No quiero que me ates, ni que me domes, ni que me domestiques.
No quiero hacer lo mismo contigo.
Sólo sé que quiero tenerte delante para mirarte. Para decirte lo importante que es que ambos sepamos lo relevante de sabernos juntos.


¿EL SABER NO OCUPA LUGAR? MENTIRA. OCUPA Y HASTA DUELE.

La teoría de la relatividad


Albert Einstein y la relatividad Según las leyes del movimiento establecidas por primera vez con detalle por Isaac Newton hacia 1680-89, dos o más movimientos se suman de acuerdo con las reglas de la aritmética elemental. Supongamos que un tren pasa a nuestro lado a 20 kilómetros por hora y que un niño tira desde el tren una pelota a 20 kilómetros por hora en la dirección del movimiento del tren. Para el niño, que se mueve junto con el tren, la pelota se mueve a 20 kilómetros por hora. Pero para nosotros, el movimiento del tren y el de la pelota se suman, de modo que la pelota se moverá a la velocidad de 40 kilómetros por hora.Como veis, no se puede hablar de la velocidad de la pelota a secas. Lo que cuenta es su velocidad con respecto a un observador particular. Cualquier teoría del movimiento que intente explicar la manera en que las velocidades (y fenómenos afines) parecen variar de un observador a otro sería una «teoría de la relatividad».La teoría de la relatividad de Einstein nació del siguiente hecho: lo que funciona para pelotas tiradas desde un tren no funciona para la luz. En principio podría hacerse que la luz se propagara, o bien a favor del movimiento terrestre, o bien en contra de él. En el primer caso parecería viajar más rápido que en el segundo (de la misma manera que un avión viaja más aprisa, en relación con el suelo, cuando lleva viento de cola que cuando lo lleva de cara). Sin embargo, medidas muy cuidadosas demostraron que la velocidad de la luz nunca variaba, fuese cual fuese la naturaleza del movimiento de la fuente que emitía la luz.Einstein dijo entonces: supongamos que cuando se mide la velocidad de la luz en el vacío, siempre resulta el mismo valor (unos 299.793 kilómetros por segundo), en cualesquiera circunstancias. ¿Cómo podemos disponer las leyes del universo para explicar esto? Einstein encontró que para explicar la constancia de la velocidad de la luz había que aceptar una serie de fenómenos inesperados.Halló que los objetos tenían que acortarse en la dirección del movimiento, tanto más cuanto mayor fuese su velocidad, hasta llegar finalmente a una longitud nula en el límite de la velocidad de la luz; que la masa de los objetos en movimiento tenía que aumentar con la velocidad, hasta hacerse infinita en el límite de la velocidad de la luz; que el paso del tiempo en un objeto en movimiento era cada vez más lento a medida que aumentaba la velocidad, hasta llegar a pararse en dicho límite; que la masa era equivalente a una cierta cantidad de energía y viceversa.Todo esto lo elaboró en 1905 en la forma de la «teoría especial de la relatividad», que se ocupaba de cuerpos con velocidad constante. En 1915 extrajo consecuencias aún más sutiles para objetos con velocidad variable, incluyendo una descripción del comportamiento de los efectos gravitatorios. Era la «teoría general de la relatividad».Los cambios predichos por Einstein sólo son notables a grandes velocidades. Tales velocidades han sido observadas entre las partículas subatómicas, viéndose que los cambios predichos por Einstein se daban realmente, y con gran exactitud. Es más, sí la teoría de la relatividad de Einstein fuese incorrecta, los aceleradores de partículas no podrían funcionar, las bombas atómicas no explotarían y habría ciertas observaciones astronómicas imposibles de hacer.Pero a las velocidades corrientes, los cambios predichos son tan pequeños que pueden ignorarse. En estas circunstancias rige la aritmética elemental de las leyes de Newton; y como estamos acostumbrados al funcionamiento de estas leyes, nos parecen ya de «sentido común», mientras que la ley de Einstein se nos antoja «extraña».

Blowing in the Wind


How many roads must a man walk down
before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
before they're forever banned?
The answer, my frien, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.

Con la "A", "A", da-ba-da-ba-dá...


A: ahora, antes, acaso, abrazo, astucia, adiós.
B: berrido, bu!, boca, bilingüismo, batería.
C: cabezonería, casualidad, colores, cuándo, cosas.
D: dedos, domada, decisión, dolor, duermo.
E: entrar, esperar, época, esmeralda, espía.

Mañana más.

martes, 13 de noviembre de 2007

From Dublin



ACTOS REFLEJOS
La inconsciencia de los días a veces es aspereza. Se nota como ese frío que te llega a los huesos. Noto que te estoy olvidando.
Casi que me lo estoy creyendo.
Ese loco que anda suelto. Ese esquizofrénico bipolar que se hace llamar Cupido.
Será.
Va a ser que es.
Le pongo la corbata a mi patetismo a ver si así gana algo de autoestima. Total, esos que se empeñan en defender "aunque la mona vista de seda..." me parecen unos auténticos idiotas.
Creo que estos zapatos de tacón pueden quedarle bien.
Me gustaría vestir sin imposiciones de sexo. Mezclar, jugar, escoger sin miedo a nada.


TORRE DE BABEL
Me desperté un día después de no haber dormido nada. Me miré al espejo con el ceño fruncido y desganada de verme.
Sin más ni menos -dilaciones- empecé a vomitar mil idiomas diferentes. Conceptos, ideas, palabras. Impotencia, incredulidad, platos rotos. Significantes, dolor, significados. Corrían por mi culpa sin dejarme vacía. Llenaron cada milímetro cúbico de las paredes de mis venas.
Mi lengua se movía tan rápido que, al tiempo que se me quedaba la boca seca, babeaba.
Es la locura castigando mi osadía. ¿Cómo pude pretender burlarme yo del amor? Tremendo error. Tremendo y jugoso.
Ahora, "Melibeo" soy y sólo tú eres mi lenguaje.
sólo contigo quiero
y en ti expresarme.


HUESOS
Quiero una clavícula mordiéndome los pies. La clavícula llega a entenderse cuando te llega el momento de la sorpresa. Lo que te deja fuera de juego hace que los huesos se estremezcan.
Los pies están siempre sucios. Caminan, corren, paran, cambian de dirección, soportan peso, deciden la dirección. Son asquerosamente poderosos por su innata capacidad de decisión.
Lo intenso de su elección depende siempre del valor que le sea otorgado a la meta.
Las mandíbulas comen emociones. Las muerden, las hacen pedacitos pequeñitos, pero siempre quedan restos entre los dientes. El sabor se pierde, pero lo putrefacto de los restos, sobrevive algún tiempo más.

13 de noviembre de 2007
Esta mañana he madrugado mucho. Los primeros cinco segundos han sido de pereza extrema. Después, me ha gustado hasta el frío de salir de la cama y he empezado a vestirme; tenía prisa por empezar el día, por invertir las horas en algo productivo, por sentirme útil y responsable.
Ahora, tengo prisa por perder el tiempo. Perderlo porque ya es eso desde el momento en que no estoy contigo. Perderlo porque si no están tus manos para las mías, no quiero caminos, ni productividad ni nada.
Tengo retos en las neuronas, tengo ilusiones, proyectos rondándome, motivaciones que me llevan más allá. Todo te lo cargas. Todo lo envías a la mierda. Porque nada de eso tiene sentido si yo no puedo ser yo del todo. Si no estás para explicarte mis sueños, para sonreír contigo, para explicártelo todo, prefiero no tener ninguna aspiración.
No debí madrugar tanto esta mañana.
Debí ronearme esos cinco minutos en la cama. Esos cinco que siempre se transforman en veinte. Esos que me sirven para terminar durmiéndome, para ir todo el día con la prisa metida en los talones. De esa forma, no hubiera pensado tanto y, al final, en contra de los prejuicios prefabricados, mi día hubiese sido realmente productivo.
MI DÍA HABRÍA SIDO PARA MÍ Y NO TAN TUYO.

PÍDEMELO



Si tuviera que encontrar un adjetivo para definirlo,
sería únicamente porque me lo pidieras tú. Pero poniéndome en tu lugar y conociendo esa ociosa curiosidad tuya y esa capacidad incansable de quererme nerviosa, soy capaz yo de imaginarte haciéndolo. Veo la cara que me pones, veo tus manos y tu impaciencia. Y entonces me veo a mí estrujándome el cerebro, queriendo parecerte ingeniosa e interesante. Me veo intentando encontrar la palabra adecuada para que resuene en tus adentros durante mucho tiempo. Ese término que pueda quedarse en ti. Ése que recuerdes cuando estés tumbado durmiendo a solas. Un "a solas" que signifique sin mí. Me veo intentando superar tus expectativas, sorprendiéndote, desbordándote.
Pero el fracaso se asoma a mis arterias y solamente se me ocurre decirte "patético". Lo que hago por ti es todo así, patético. Pero no se trata de un patetismo despectivo. Simplemente lo invicto de mis intentos no ha sido saboreado todavía. Es patético porque jamás seré la princesa de tus sueños. Porque superior a ti jamás será y porque yo me esfuerzo por seguir. Patético porque si se pudieran fotografiar las ganas, las mías serían sobrecogedoras y las tuyas, aparecerían en blanco.
Es como uno de esos momentos en los que imploras clemencia pero no a nadie en concreto, sino a eso que te provoca dolor. Le pones cara a lo que te hiere y te arrodillas para suplicar una tregua. Patético.
Es como uno de esos momentos en los que disfrutas de la soledad pero te gustaría ser observado a través de un agujerito en la pared. Aparentando que desconoces ese sujeto que te mira, pero conociendo absolutamente todo lo que ocurre. Patético.
Es como necesitarte como lo hago desde que te conozco.
Es como tenerte en un pedestal desde que yo misma allí te puse.
Es como lo atractivo de esto tan patético.
Lo patético de no controlar la muñeca al escribir lo que quiero decirte, pero no puedo. Patético.
Y es que el juego de ser feliz así se ha vuelto un vicio confesable.

miércoles, 10 de octubre de 2007

LeJos


Cierro los ojos y no tengo los olores que me hacían acariciarte. Los había guardado todos juntos en un bote, creando la combinacion perfecta, pero al marcharme, decidí abrirlo. No fue tan sonado como la caja de Pandora, pero realmente si llegaron todos los males a mis fosas nasales. Sentirte tanto y tan de golpe, intensamente para utilizar un adverbio apropiado, fue demasiado. Demasiado porque ahora es imposible. Es imposible recordar todo aquello en un momento. Es imposible volver a notar lo que note.
Estoy tan lejos ya de tu aire, que todo me recuerda a ti.

martes, 2 de octubre de 2007

Cállate


Dime dónde miras cuando las auroras boreales me visitan.

Dime dónde miras cuando organizo una fiesta en tu cielo.

Dime dónde miras cuando te hablo sin excusas ni mentiras.

Dímelo ahora.

Dime dónde miras cuando se confunden nuestras manos.

Dime dónde miras cuando sonreímos sin motivos.

Dime dónde miras cuando soy feliz contigo.

Míranos.

lunes, 1 de octubre de 2007


Yo no pedí esas alas.
Ni me alegré cuando las vi, colgando del techo.
Mientras les atabas los hilos, no hablamos, sólo hubo miradas.
Son tuyas.

Aprendiendo

LECCIÓN NÚMERO 1
Es importante saber qué es importante.

LECCIÓN NÚMERO 2
El ruido siempre esconde alguna verdad.

LECCIÓN NÚMERO 3
Podemos ser mil personas a la vez y no llegar nunca a conocer ninguna.

LECCIÓN NÚMERO 4
Frases inconexas no son frases sin sentido.

LECCIÓN NÚMERO 5
Seguirás escribiendo lecciones mañana.

Quiero morir sin darme cuenta.

Metida en la bañera, dormirme con la piel arrugada.

Cerrar los ojos para pensarte, para poder bañarme en ti,

en lo que eres cuando te imagino, en las líneas

y los huecos que dejas en todo lo que no me invades,

que es nada.

Pero lo que nunca murió no puede resucitar.

Y hasta me resulta triste escribirlo.

Porque resucitar sería lo bonito,

lo divertido,

lo místico.

Y sin embargo, somos mucho más prosaicos que todo eso.

Cuando necesito gritar con todas las fuerzas de las estrellas, no consigo respirar.

No respiro porque mis cuerdas vocales se retuercen.

Y justo en el instante en que quisiera capturar toda mi rabia contenida, me paralizo.

No soy capaz de gritarte.

Y entonces me dibujo en ti.

Para ti, que te odio tanto; para mí, que me miento tanto.



Voy a contar los segundos en que no te quiero.
Voy a guardarlos en una caja.
Voy a envolverlos en papel de regalo.
Voy a perfumarlos una vez envueltos.
Esos segundos van a ser tuyos.
Segundos en los que pienso que no vale la pena amarte.
En los que respiro sin tus pulmones.
Segundos propicios para tirar la toalla.
Segundos propicios para dejar de soñar.
Segundos propicios para llorar descansada.
Segundos propicios para volver a empezar.
Voy a mirarlos de frente.
Voy a mirarlos de reojo.
Voy a escupir en ellos.
Voy a romperlos, rasgarlos, pegar los trocitos.
Quiero que los tengas tú.
Demostrarte que no siempre pienso en ti.
Demostrarme que no siempre soy tuya.
Demostrarte que la rabia me gana
Cuando el amor no es suficiente.
Todos esos segundos en que no te quiero
Van a ser para ti mi obsequio.
Aquí los tienes.
Mi nada es el precio.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
He ganado sin haber perdido.
He perdido aunque he ganado.
Me desperté
Pero no por la mañana.
Me desperté a medianoche.
No sabía quién era
Ni de quién las pesadillas.
Salí a buscarte en las estrellas
Camuflada y escondida.
Tú pensabas que te rogaría
Que fueses mío.
Por eso huiste.
Pero si yo sólo quería
Conocerme y encontrarme.
Nunca te hubiese pedido la luna.
Creo que está más bonita ahí arriba.
Sólo te habría cogido del brazo
Para observarte con miedo a tocarte.
No hubiera forzado el beso.
No hubiera pedido el abrazo.
No hubiera sonreído siquiera.
No he vuelto a dormir desde entonces.
Busco la absurda manera
De hacerte entender lo que digo.

Cambiar


Cambiemos las normas.
Comámonos las normas.
Riámonos de las normas.
Creemos nuestro juego,
nuestras contraseñas.
Obedéceme y seamos.
Amén.

Fuera de lo que cabe. Incluso.


Al fin y al cabo, no siento mariposas en el estómago cuando te veo acercarte a mí. Ni mariposas, ni moscas, ni cualquier otro tipo de insecto.
Tampoco pido que se paren las agujas del reloj en el momento del abrazo. No te abrazo con los brazos ni con el corazón.
Ni siquiera busco tu humedad en los labios de mis besos con esas bocas de desconocidos. No cierro los ojos al hacerlo para que me lleven a ti.
No me siento poeta transitoria por haberte conocido ni todas las canciones me hablan de ti.
No pienso en medias naranjas ni almas gemelas ni destino.
Dentro de lo que cabe, todo eso no me ocurre.
No me siento más tú que yo ni paso las noches soñándote.
Dentro de lo que cabe, no estoy tan afectada por ti.
Será que te quiero incluso FUERA DE LO QUE CABE.

Trying
Sometimes, I would like you were here. But it happens only sometimes. When flowers are my dreams and when my hands are suns.

Querría poder decirte que después de todo, no pasa nada, Después de todo, no pasa nada porque nada ocurrió entre tú y yo. Es curioso como nada ocurrió entre tú y yo y sin embargo ocurrió todo. Existieron mundos, huracanes, universos y fui capaz de volar. Nunca una sensación me invadió tantísimo. Nunca una sensación fue más fuerte que yo. Andaba entre nubes y encontré abecedarios de colores. Palabras que no entendía antes de conocerte.
Ahora comprendo dónde me llevaste. Me llevaste al lugar donde el amor no se equivoca. En ese lugar respiré tranquila como nunca.
Dame lo que necesito. Dame lo que no necesité ni pedirte, pero me regalaste.
Insisto en ser feliz. Es casi cabezonería más que otra cosa, pero no puedo negarme a ello después de haberte encontrado. Mi corazón te ha dado carta blanca sin consultarme siquiera. Tuteémonos. Seamos dos desconocidos jugando a quererse. No pensemos en los peligros de después, porque eso sólo nos dejaría una mirada borrosa sobre el "nosotros".
Quiero entender tus silencios, pero no entenderte del todo. Quédate con tu misterio, no seas evidente para mí. Nunca del todo. Porque yo soy yo pero contigo soy otra cosa. Otra persona.
Un día te miraré de frente a los ojos y te preguntaré qué tal estás y cuándo te viene bien que pasemos tiempo juntos. Y quiero que tu respuesta sea rápida y que sea un "ahora es el momento perfecto, porque tú eres la oportunidad que esperaba".
Pero dime quién escribe la mayúscula y el punto final a las historias, porque necesito hablar con él. Necesito agradecerle el comienzo y necesito convencerle de que se olvide de escribir un final para lo nuestro.
No importa si gano o pierdo.
Lo que importa es el momento.
MI INTENTO.

Hoy

Hoy ya sin ti no soy.
He contado las alas que me has cortado y me he hecho un abrigo con ellas.
He contado las pupilas que has rasgado y hasta he contado las gotas de sangre.
He contado los segundos que he sentido cómo oprimias mis muñecas.
He contado los latigazos en la espalda.
He contado el dolor.
Uno, dos, tres, tú, mil.
Siempre, más, todo, más.
Menos, sin.
Sólo no te he contado lo que cuento.
Espero que no sea necesario pasarte la factura.
Si lo es, no serás lo que imagino.
Y deseo con tanta fuerza que lo seas, que lo eres.